Antes pensaba que en los momentos difíciles es cuando más difícil es ser fiel a tus principios, a lo que siempre has defendido, a tu bandera….
Qué equivocada estaba…! En los tiempos difíciles, sobrevives gracias a eso, a tus principios.- Son realmente los que te salvan, los que te permiten seguir siendo tú.- Habrá otras cosas que te quiten el sueño, pero nunca será el haberte fallado a ti mismo…. Siempre y cuando los principios que defiendes, realmente no sean una pose, una pantalla, una marca que deseas que vean los demás.- Los principios de los que yo hablo, son los que te definen como persona, son los zapatos que llevarás cuando llueve y cuando hace sol.-
Y serán esos principios los que te ayudarán a seguir… porque debes ser coherente con ellos, porque no nacen de la obligación, pero sí de la convicción.- Porque no se quedan en palabras sueltas dichas en momentos mágicos, sino que son tus muletas cuando estás herida.- Y no evitarán que sufras, pero si te reconciliarán con la persona que eres.- Y no evitarán que llores pero si te ayudarán a secar tus lágrimas.- Y defenderán tu autenticidad.- Hay que dejar que nos ayuden a recorrer el camino, a pesar de que, en ocasiones, no vislumbremos el camino. Hay que dejar que atemperen los latidos aunque pienses que ya no hay latidos que atemperar.- Hay que apoyarse en ellos porque son fuertes porque viven contigo y tú eres fuerte.- Tú tienes que vivir contigo y debes hacerlo queriéndote y admirándote y sólo lo conseguirás si vives siguiendo tus principios.
Ya lo dijo Mahatma Gandhi: “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace, están en armonía”
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