Brindo por las personas que han formado parte de mi vida y que ya no están, pero me han enseñado tanto. Lo bueno y lo malo. El bien y el mal. Todo es aprendizaje, experiencia,
Brindo por las personas que hoy forman parte de mi vida. Las que me apoyan, me valoran, las que hablan claro desde el respeto, las que dicen verdades, las que me iluminan.
Y también por las personas que están en mi vida, pero no forman parte de ella. Éstas, ocupan alguna parcela y tienen que estar, aunque no hayan sido elegidas. Ellas también me enseñan y mucho.
Brindo por las personas que ríen con risa contagiosa y las que lloran abriendo su corazón, las que dan las gracias y las que piden perdón, las que saben guardar secretos, las que extienden su mano y las que acarician con la mirada, las que escuchan… las que miran a los ojos…
Por quienes, a pesar de todo, permanecen fieles a sus principios y valores, coherentes hasta donde pueden, libres dentro de sus cadenas.
Por aquellas que siguen luchando por cumplir sus sueños y construyen sueños nuevos, se ilusionan, se esfuerzan, generosas de su tiempo, el que tienen y el que se inventan.
Brindo por mí. Por tener la capacidad de estar hoy aquí, con mi mochila, cargada de experiencia. Por mis arrugas que son señal de lo vivido, surcos de mi recorrido, de lo reído, amado y sufrido. Brindo por todo lo que hago bien y también por ser capaz de aprender de mis errores. Brindo por ser imperfecta, por mis incapacidades que me ayudan a entender las de otros.
Cuando estoy abajo, en la noche, triste y apagada, confundida por la frustración y el desencanto. Porque me ayuda a conocer mis límites y a redescubrir cómo, abriendo los ojos, puedo mirar más allá de lo que veo, fuera, pero también dentro de mí.
Cuando estoy arriba, en días de sol incluso con nubes, de respiración en calma, de soledad mentirosa, de compañía consciente, de amistad sincera, valiosa, impagable.
Brindo por los momentos que tengo la oportunidad de vivir, las personas que puedo conocer, a quien puedo ayudar o quien puede hacerme crecer. Por los instantes de felicidad, los tiempos en silencio que habla, las conversaciones inteligentes, las charlas desde el corazón, cuando abrimos el alma.
Brindo por apreciar toda la belleza que me rodea y que ésta siempre supere lo feo. Brindo por cerrar los ojos y estar en paz y porque abiertos o cerrados siga aprendiendo a quererme.
Y tú, ¿por qué brindas?
«Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida» Oscar Wilde
Ana
enero 25, 2022Brindo por todo lo que has dicho y porque tú y tu niño formeis parte de nuestra familia.. por la vida que nos ha tocado vivir con sus sustos y alegrías y por ser feliz cada día.. Brindo por NY 😊