Voy a iniciar mi post con una afirmación sorprendente: La generosidad es la mayor muestra de egoísmo.-
Y esto es así para mí, porque cuando realmente más obtengo es cuanto más doy.- Es decir, que he descubierto que soy generosa porque soy egoísta.-
Vamos a ver si me aclaro.- Por ejemplo: en el trabajo intento seguir y hacer seguir una máxima: primero hemos de sembrar para después recoger.- Es decir, seamos generosos dando, entregando, ayudando… porque acabaremos por recoger. Deja que fluya, no actúes pidiendo que te devuelvan favores, ni pienses en que te los devolverán, actúa porque el verdadero retorno está en la satisfacción de ser generoso, de hacer lo que esté en tu mano hacer, aunque parezca poco pues siempre será más que si no haces nada.-
En mi vida profesional, he obtenido increíbles experiencias humanas sin esperarlas, dando sin obligarme a ello.- Algunas veces dar es simplemente estar, otras es escuchar. Dar es también reconocer los éxitos como los de tu equipo, erigirte en dueña de los fracasos, emplear tiempo en enseñar porque al final aprendes, en escuchar porque acabarán escuchándote, en estar porque cuando quieras darte cuenta, cuando lo necesites, también estarán sin que lo pidas.-
Y a nivel personal, voy a poner un ejemplo que quizá muchos no hayáis analizado nunca pero en el que quizá coincidáis conmigo.- ¿qué padre/madre no daría todo por sus hijos? Y ¿por qué? ¿Por qué somos generosos? No.- Somos egoístas.- Porque para sentirnos bien, auténticamente bien, felices, contentos, satisfechos, plenos…. Hemos de dar…. Siendo generosos, en el fondo somos egoístas.- Es la naturaleza humana, de quien tiene tan grande el corazón que sabe que dando, recibe… que cuando das las gracias, recibes sonrisas.-
Y esto debe ser el porqué de los voluntarios en acciones humanitarias, de quienes cuidan a enfermos y ancianos, de quienes viajan a países lejanos ofreciendo su ayuda a pobres, damnificados, a quienes lo han perdido todo….. Personas que tienen tan grande el corazón, que deben ir repartiendo trocitos para que no les estalle dentro… pero que, según los reparten, obtienen otros trocitos nuevos, los de los corazones de quienes rescatan, a quienes sanan, a quienes enseñan o ayudan.-
“Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquél que no sabe sonreir a los demás”.- Dalai Lama
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