No hace tanto que las mujeres nos incorporamos al mercado de trabajo, ni a las universidades…. No hace tanto que se habla de medicas, ingenieras.- Que debemos poner la a al final de todas las profesiones y de todos los niveles: Directivas, Jefas….
Y todavía hoy es algo que cuesta visualizar.- ¿Cuántas noticias, reportajes, informes, estudios… se leen hoy con lenguaje inclusivo?.- ¿Por qué seguimos diciendo la médico?.- ¿Y si hubiera sido al revés…. Y si la mujer hubiera llegado primero….. Diriamos “el médica”?.-
Hay quienes dicen que “no suena bien”.- Yo creo que esconde el “no me gusta escucharlo así”.- Es uno más de los estereotipos que siguen rigiéndonos y que tardarán mucho en desaparecer.- Todavía me sorprendo viendo anuncios donde el pequeñín es el astronauta y la pequeñina la enfermera, donde el azul es para ellos y el rosa para ellas.-
Todavía se escucha “yo ayudo a mi mujer en casa”….. A ellas, a nosotras no se nos escucha: “ yo ayudo a mi marido en casa”.- Porque uno/a no ayuda al otro/a.- Amb@s hacen frente a nuestra responsabilidad compartida en el hogar, en la familia, en el cuidado de l@s hij@s, de l@s enferm@s….. Porque es tarea de [email protected]
Y es una lucha pacífica que también debe ser liderada por [email protected] Nosotras debemos luchar contra el techo de cristal, que existe, está ahí…. Que resquebrajarlo, romperlo…. es peligroso, porque nos salpicarán esquirlas de ese cristal, pero que merece la pena, que nosotras también nacimos libres, con las mismas capacidades, competencias, habilidades e inteligencia.- Que nosotras también nos merecemos estar ahí. Y que estaremos si queremos.- También podemos elegir no estar.- Como pueden elegirlo ellos.- Como ellos ahora saben que “llorar si es de hombres”, que pueden elegir también cuidar de sus hij@s, emocionarse con ell@s y que eso no les hace “menos machos”.- Que ellos también son libres.-
Y que nosotras, no tenemos que imitarles, que nuestro liderazgo es diferente y no es ni mejor ni peor, que es complementario y que en la suma ganamos [email protected] Que si tengo carácter no soy un marimacho y que si él es sensible no es afeminado, que hay adjetivos que deberían eliminarse, quemarse…. Porque ni es malo que yo tenga carácter ni tampoco lo es que él muestre sus sentimientos.- Que a lo mejor amb@s necesitamos salir del armario, porque eso es lo que nos hará libres.-
Que finalmente lo más importante es el respeto, la tolerancia, la diversidad… y teniendo en cuenta esto, que cada un@ pueda ser como es, aprendiendo a ser lo que quiere ser, caminando hasta donde quiera llegar, y siendo feliz en su recorrido.- Tú no eres mejor que yo porque naciste hombre ni yo mejor que tú por ser mujer.- Yo seré mejor que tú en aquello en lo que me haya preparado y formado y tú mejor que yo en tu área, pero l@s d@s debemos hablarnos de igual a igual.- No me hables con tono condescendiente, ni me des órdenes porque soy mujer.- Respeta mi trabajo como yo respeto el tuyo.- Cuando tú no lo haces, entonces, aunque aparentemente no sea así, yo soy la que gano porque yo soy mejor persona.- Y PERSONA no tiene género.-
“No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos”. Gregorio Marañón, médico, escritor y pensador fallecido en 1960.
“La prueba para saber si puedes o no hacer un trabajo no debería ser la organización de tus cromosomas”. Bella Abzug, política estadounidense nacida en 1920.
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